En su mayoría, son personas que llegan de otras provincias y municipios, la situación es desesperante.
Los casos de tomas de viviendas se han intensificado y la municipalidad se encuentra realizando un control exhaustivo de cada familia que llega a nuestra localidad, que luego se convierten en reclamos constantes dentro de la secretaría de viviendas local.
El salvaje intento de toma de una vivienda en cercanías a la Escuela N° 37 por parte de una familia que intentó desalojar a una septuagenaria de su propia casa para apropiarse de la misma, desató la furia de vecinos que decidieron decir basta y pedir al municipio que se ponga firme y expulse de una vez por todas a toda la gente que se ha adueñado de espacios incluso privados con el argumento de que “no tienen donde vivir”.
“Estamos cansados que lleguen delincuentes porque eso son a nuestra ciudad y que no trabajan y toman terrenos, viviendas y todo lo que quieren como propio, ya es una vergüenza, no se puede vivir más en el barrio tranquilo porque o roban o pasan pidiendo cosas en forma amenazante, que si no les das no sabes si entran a tu casa o no”, asegura una de las vecinas del Barrio Los Cedros de nuestra localidad a Alem.News.
Por otro lado, lo preocupante es la llegada de familias enteras sin techo o trabajo alguno, con datos certeros donde se encuentran construyendo de la noche a la mañana y sin aval de ningún tipo. En este sentido, el secretario de viviendas municipal, Alejandro Carballo alertó la situación y comunicó que triplicaron los controles para evitar este tipo de casos.
“Construyen durante la noche o los fines de semana”
Entre los casos de familias que se acercan a reclamar al municipio, la mayoría ya recibió cortes de casa, materiales, Plan Techo o mejoras de algún tipo, sin embargo, los terminan vendiendo a terceros que llegan, esperan unos meses y vuelven a instalarse en las oficinas municipales “reclamando ayudas”. “La municipalidad no puede ni tiene presupuesto para ayudar a todos dos veces”, aseguró Carballo.
Vecinos en pie de guerra:
Así como el reclamo del Barrio Los Cedros, son varios los que aseguran que el que se haya triplicado la ola de robos en la zona tiene que ver directamente con las personas nuevas que se instalaron en las villas o espacios verdes que llegan de otras localidades.
“A mi me robaron tres veces, cosas del patio como silletas, garrafas, hasta incluso madera que tenía para hacer el techo de mi casa, que la policía gracias a Dios trabaja y dos veces encontró al ladrón que justamente es de estos lugares, pero a mis vecinos les pasó lo mismo y ya no se puede estar tranquilo nunca, tienen que ir y si se meten en los lugares meterlos presos”, reclama otra de las denunciantes.
“En una vivienda llegan a convivir hasta tres familias”
Bomba de tiempo en cuanto a contaminación:
Convivir con la basura y la contaminación tiene que ver con la vida cotidiana de esta y otras villas en la zona, tanto como el lavar la ropa en los cauces de agua cercanos o el arrojar desechos en baldíos aledaños para evitar el olor cerca de sus propias viviendas, contaminando así no solo el agua de los pozos, sino también el ambiente mismo que los rodea, acarreando enfermedades y plagas como ratas o moscas que invaden así todos los barrios que los rodean.
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