En el barrio del Kilómetro 38, de Leandro N. Alem, padecen la falta de agua desde hace tres años. Vecinos denuncian incumplimiento de promesas electorales y falta de gestión.
Las familias que habitan en el barrio del Kilómetro 38, de Leandro N. Alem, padecen la falta de agua desde hace tres años. Al principio se hizo un pozo y colocaron una bomba; pero como sucede en la mayoría de los barrios vulnerables: los municipios comienzan el trabajo para proveer agua potable, y generalmente dejan las obras sin concluir. En este caso el pozo quedó abandonado y la bomba, un tablero y el tanque están deteriorándose debajo de una “capuera”.

Las familias sólo cuentan con el agua que les provee la municipalidad; pero no les alcanza, y además no es potable. “Cuando vinimos al barrio tuvimos agua durante un año y después se cortó, fuimos a hablar con el intendente Diego Sartori (FR) prometió ocuparse y hasta ahora no arregló el problema. Lo único que hace es proveernos de agua hasta que arreglen la bomba, pero sólo nos alcanza para llenar medio aljibe, y además no es gratis, tenemos que pagar 160 pesos a los muchachos que nos traen el medio tanque”, señaló María Isabel Reynaldo, una abuela del Km 38 de Alem.
Los vecinos también reclamaron al titular de la Cooperativa de Electricidad y Otros Servicios Públicos Limitada de Alem (CELA), quien prometió que tomarían medidas para solucionar el tema. Explicaron que no lo hacían antes porque la máquina que se utiliza para arreglar caños estaba rota. “Pero ya se cumplieron seis meses de esa promesa, y seguimos padeciendo la falta de agua”, manifestaron.
Gestiones para destrabar el problema:
A raíz de esta gran preocupación, un grupo de vecinos recurrió a los diputados del Bloque del Partido Agrario y Social, para que los ayuden en la gestión que les permita contar con el vital elemento. Martín Sereno y Héctor Bárbaro, coincidieron que el Estado tiene la obligación de garantizar el suministro de agua potable a los ciudadanos, “y acá no sólo no sucede eso, sino que les proveen de agua que no es apta para consumo, y además les cobra. Una locura porque les brinda agua no apta. En la recorrida que hicimos por el barrio, los vecinos nos decían que ese agua solo sirve para limpiar la casa o lavar la ropa. Entonces la depositan en un aljibe, o en un tanque y la dejan estacionada para dosificarla y poder utilizarla”, explicó el diputado Sereno.
El legislador destacó que es doloroso ver situaciones como la de María Isabel y su marido que son jubilados, con pocos ingresos, y se les hace oneroso gastar 160 pesos en agua no potable. “Creemos que el problema no es de difícil solución, el pozo está hecho, hay un desperfecto eléctrico que se puede reparar, e inclusive que haya un responsable del funcionamiento de la bomba y el tanque, y de esa manera se podría suministrar agua a más de 50 familias que viven en el Km 38”, indicó Sereno.
Afirmó que junto a Cacho Bárbaro están haciendo gestiones con el titular de la CELA, para ver si “podemos destrabar el problema y finalmente llevar agua potable a esas familias. Estamos buscando dialogar con el intendente y encontrar la solución más corta, porque este tema es urgente, esas familias no puede vivir infinitamente sin agua”.
El CAPS está cerrado por falta de agua:
En la zona la mayoría de las familias trabaja de changas, y tienen grandes carencias. El Centro de Atención Primaria de la Salud -que pertenece a la Zona de Salud Sur- tampoco tiene agua, lo mismo que la capilla. Durante un tiempo la compraban, hasta que se cerró porque era imposible seguir atendiendo con el baño clausurado por falta de agua, y ahora cada vez que los vecinos tienen un problema de salud, deben ir al hospital o a otro CAPS que les queda más lejos.
Las familias se quejan de la inacción de las autoridades municipales: “El intendente Sartori está tranquilo sin preocuparse por los pobres, y como él no tiene problemas de agua en su casa y ya no necesita los votos que pidió en la campaña, no se ocupa de nosotros”, lamenta la abuela Isabel.
El matrimonio reiteró que llevan tres años padeciendo el problema, “y el agua es muy importante. Mi marido sufre del corazón, es diabético, tiene que tomar muchos medicamentos. Y acá hay un montón de criaturas que también sufren la falta de agua “, advirtió. (Ya Misiones)