La carrera debió ser suspendida tras el fallecimiento de uno de los competidores oriundo de Candelaria.
La competencia se desarrollaba con normalidad en la Picada Yacutinga, Lote 66 de la localidad de Caá Yarí y según consta en el parte policial, el circuito es propiedad de la familia Wegner.
Pese a las medidas de seguridad adoptadas como en cada competencia de Enduro a lo largo de toda la provincia, uno de sus competidores perdió la vida en una de las maniobras con una motocicleta de mayor cilindrada de lo que acostumbraba a utilizar.
El mismo, fue identificado como, Rubén Oscar Fernández de 34 años de edad, quien habría decidido competir con una moto que le había sido prestada para tal fin y de la cual no estaba acostumbrado en un circuito desconocido.