La crisis en torno al empleo es especialmente grave en nuestra localidad, pero no comenzó ahora, viene de larga data.
Muchos padres de familia hoy están oficialmente desempleados, percibiendo además una declinación de la calidad de los empleos disponibles, en particular de los trabajadores de grado medio o cíclico, que los mantienen con las famosas “changas” durante gran parte del año para poder subsistir.
Lo cierto, es que hace muchos años no se instalan en nuestra localidad nuevas empresas o se realizan inversiones que puedan generar nuevas alternativas, por lo que, de padre a hijo, terminan compartiendo los mismos puestos en las cooperativas locales o privados que terminan abonando la mitad de la jornada laboral con tal de pagar menos aportes y seguir manteniendo su estructura.
No hace falta contar con algún índice de desocupación en un tema que parece nadie quiere tocar. Basta con acercarse de lunes a viernes a las largas filas de acción social y hablar con los que no pueden contar hoy con un plato de comida en la mesa para darnos cuenta que de no haber un cambio en lo inmediato, todo tiende a desmejorar rápidamente.
Frente a este panorama que preocupa, vale la pena hacerse algunas preguntas: ¿En qué sectores hay oportunidades y en cuáles hay más incertidumbre? ¿Cuáles son, de cara al futuro, los que más podrían crecer y las carreras que ofrecen una mayor y más rápida inserción? ¿Por qué no se ha insistido con traer nuevas carreras universitarias? ¿A quién beneficia seguir teniendo solamente técnicos y no universitarios recibidos? ¿Generamos con escuelas de oficios verdaderas salidas laborales?.
El eslogan que ha caracterizado a la actual gestión municipal es el de “Un lugar para las oportunidades”, pero no deja de ser más que una frase breve, expresiva y con meros fines de propaganda política ante la crisis que nadie quiere reconocer.
El dato ilustra una realidad: los jóvenes con posibilidades económicas emigran hacia otras ciudades donde existen sedes universitarias e instituciones de estudios superiores, pero no son la gran mayoría, que tienen que conformarse con encontrar algo acorde en la localidad o tener que optar por comenzar una carrera laboral que muchas veces, se transforma en frustraciones.