A solo 4 km de la Ruta Nacional N° 14 y a solo 11 km del centro de Leandro N Alem, se encuentra un paraíso sin explotar.
Un pequeño edén en el que se puede descansar y disfrutar del sonido del agua que cae sobre grandes piedras que dibujan un camino agua que se mezclan con los cánticos de cardenales y horneros.
Al ser un lugar sin intervención del hombre, no cuenta con proveeduría, ni luz eléctrica.
El camino de acceso es de tierra, donde se pueden observar la gran diversidad de flora del lugar, pero para llegar a este mágico lugar hay que dejar los vehículos al costado del camino y emprender la aventura por un trillo de unos 30 metros que hay que descender, por ese motivo es necesario visitarlo con indumentaria y zapatillas cómodas para evitar caídas