El nuevo esquema dispuesto por el Gobierno para el cobro de asignaciones dejará a miles de trabajadores sin poder percibir ese beneficio y permitirá un ahorro al Estado de alrededor de $600 millones de pesos anuales, según el Centro de Investigación y Formación (CIFRA).
A continuación se detallan los puntos principales del cambio y quienes resultarán más afectados:
Una familia, con padres que tienen empleos en blanco y con hijos, no podrán superar un ingreso bruto total de $83.917 para percibir asignaciones desde septiembre, cuando antes el monto era de $94.786.
– Si dentro del mismo grupo familiar, uno de los padres percibe en bruto más de $41.959 tampoco podrá percibirlo, mientras que antes la suma era de $47.393.
– Desde septiembre, el piso del salario mensual para percibir asignaciones familiares se elevará de los actuales $200 a $2.815.
– Las familias que viven en las cuatro zonas desfavorables establecidas por el ANSES dejarán de estar beneficiadas con un régimen diferencial.
– En este caso, en regiones de la Patagonia y también del norte argentino algunas familias perciben entre $ 3.155 y $ 3.407 por asignaciones, y ahora pasarán a cobrar el valor general de $ 1.578.
– Una estimación preliminar en base a la información disponible permite afirmar que se trataría como máximo del 2% de los trabajadores aportantes al SIPA, y con un ahorro total para el sistema de $ 600 millones anuales.