Los robos de yerba vuelven a acechar: este fin de semana se descubrió que unos 3.000 kilos de yerba fueron cosechados sin permiso en una chacra de Guaraní. En consecuencia, los productores están generando alertas a través de la comunicación constante, mensajes de WhatsApp y presencia en las picadas.
La Policía de Misiones, por su parte, sostiene en sus informes recientes que la tasa de denuncias por denuncias de hurto de yerba mate disminuyó en gran medida: en febrero por ejemplo, comparado con el mismo periodo de 2021, los hurtos bajaron en un 88% -más precisamente de 58 a 7-, el índice de denuncias por delitos de hurto de yerba mate, según las estadísticas de la Policía de Misiones.
Ahora bien, también algunos productores detallan que ya no se acercan a realizar las denuncias “porque la Policía los agarra y después los tienen que liberar enseguida”. La disconformidad de los productores con la Justicia es generalizada y apuntan a tener que “cuidarnos entre nosotros nomás, estar alertas y avisar si escuchamos un auto en horarios raros, o si vemos gente que no es del lugar dando vueltas”, detallaron.
Otro factor que señalan los productores es la falta de controles en los caminos vecinales al transportar la materia prima. Señalan que los controles tienen el foco puesto en las rutas, que es donde circula la yerba legalmente cosechada y no en los caminos vecinales, que es donde circula la yerba robada.
El problema es mayor para aquellos productores que cosechan sus yerbas en chacras alejadas. “Ahí es imposible controlar. Tenés que ir cada tanto a mirar y el productor muchas veces ya va resignado pensando en que algo le habrán robado”.
Desde hace algunos circulan por las picadas los agentes de la Policía Rural, sin embargo el problema sigue vigente y preocupa al sector yerbatero por dos cuestiones claves: primeramente, la yerba ilegalmente cosechada es en algún punto inyectada al sistema formal de producción y pone en tela de juicio la trazabilidad y; además, el daño de los hurtos en los yerbales generan severas consecuencias económicas para los productores ya que las plantas son generalmente destrozadas.
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