El tatú tomó a muchos teales de misiones como su hogar preferencial y, aunque se alimenta mayormente de hormigas, el problema que acarrea es uno muy particular.
Si bien no existen grandes dificultades en cosecha del té, hoy, existe una principal y la menos pensada de todas, ya que el tatú carreta, se ha transformado en el enemigo natural de las cosechadoras por ahuecar la tierra en especial la de los teales.
“El gran problema de las cosechadoras es el pozo que hace el tatú, porque puede romper la cosechadora y dejarla sin posibilidad siquiera de moverla, generando un problema muy grave”, argumentó el productor Cristian Klingbeil a Alem News.
Al ser un animal nocturno, el tatú sale de los teales continuamente, por lo que va cambiando de lugar sus madrigueras, por lo que un solo ejemplar, puede hacer grandes estragos en las cosechas de té, dejando huecos a cada paso.
“Con suerte, al agarrar un pozo uno puede llegar a hacer el cambio en la cosechadora, pero de otra forma rompe todo o puede generar también un accidente”, agregó Klingbeil.
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