Ocurrió en el Barrio Itaembe Miní de la capital misionera, una vecina intentó salvar al pequeño mono carayá pero llegó muy tarde.
El ejemplar era miembro de un grupo de monos que viven en un pequeño refugio de monte cercano al barrio, al que lastimosamente unos niños apedrearon salvajemente para divertirse.
Todo empieza por casa
Un hecho similar sucedió en el mes de diciembre en la localidad de Candelaria, si bien no se identificaron a los culpables en esa ocasión, la ignorancia sobre la importancia del cuidado de nuestra fauna aparece una vez más, y es aquí una responsabilidad de enseñar en casa que todo ser vivo merece ser cuidado, sobre todo porque son totalmente inofensivos.
La continua invasión del hombre en los bosques nativos hace que sea más frecuente la experiencia de encontrar cercano a nuestras viviendas animales no domésticos, por ello es vital de enseñar a respetar y cuidar el ambiente que nos rodea,