El 21 de febrero de 2012, un automóvil embistió a Luis Francisco Almeida a pocos metros de la casa de su madre en el barrio 22 viviendas de Leandro N. Alem, todos lo daban por muerto, pero el milagro llegó y ahora solo piensa en seguir adelante y con un objetivo claro. Volver a ser fiscal general en una elección.
“Todavía recuerdo el momento en que el médico me dijo en Posadas que tenía 5 minutos para despedirme y que estaban por desconectar todo porque no había mas nada que hacer. Yo solo me puse a llorar, le di un abrazo muy fuerte y le dije a Dios que me ayude, que quería a mi hijo conmigo, la enfermera me sacó y me quede afuera por horas hasta que en un momento se acerca otro doctor y me dijo; ´PARECE QUE SU HIJO NO NOS QUIERE ABANDONAR´”, relata con lágrimas en sus ojos Olga Almeida, madre de Luis.
Así, luego de tres meses internado y declarado en estado vegetativo, el hospital decide entregar a fines de abril del 2012 a Luis a su familia, con una frase que va a quedar siempre en los recuerdos de Olga. “Ya de nuestra parte no podemos hacer más nada, todo queda en manos de Dios y del tiempo que decida darle”, recuerda.
“Yo lo miré al médico y le dije que Dios sabe lo que hace, que algún día a pesar de que yo era pobre iba a volver con mi hijo caminando para demostrarles que se habían equivocado y que la esperanza no la podía perder, pero que igual no le guardaba rencor por abandonarlo, que iba a rezar por el”.
Antes del accidente, Luis trabajaba como remisero y su gran orgullo había sido el poder ser fiscal general en una elección, en cual guardaba en su billetera el carnet que lo afirmaba y no dudaba en mostrar a todos que un día había tenido una gran responsabilidad con el pueblo, el de controlar y fiscalizar como custodio de la democracia.
“Yo voy a ir a votar, con silla o sin silla o como pueda llegar, nadie me va a decir que no y tampoco que no puedo hacer algo, nadie se acordó ahora de mi para ser fiscal, a lo mejor porque estoy acá y así, pero solo necesito seguir practicando y conseguir un andador porque esta silla ya esta rota y me caí muchas veces pero siento fuerzas para probar caminar”, le cuenta Luis a Visitemos Misiones.
Luis actualmente no tiene recursos para conseguir una silla nueva o un andador, que se lo vienen prometiendo hace más de un año. Con su silla totalmente remendada y soldada en varias partes, su madre sigue luchando para que tenga una vida normal y juntos nos quisieron dejar un pequeño mensaje a todos aquellos que vean la nota con un emotivo video.
A los que quieran colaborar con la Famlia Almeida pueden hacerlo al barrio 22 viviendas de Leandro N. Alem o contactarse con nosotros a [email protected] .-
Luis es de Leandro N. Alem y necesita ayuda para conseguir una nueva silla de ruedas y un andador. Compartimos su…
Posted by Visitemos Misiones on sábado, 24 de octubre de 2015