Su historia de lucha por una comunidad y su querida escuela 97, serán parte de un Unitario que se emitirá en la TV nacional.
Alem News acompañó a parte de la producción que filmará desde octubre el capítulo con la historia de vida, lucha y trágica muerte de la emblemática maestra rural que cautivó el corazón de todos desde la precaria escuela 97.
Según Sergio Casabianca, scouting de locaciones que visitó nuestra ciudad en busca de los posibles sets de filmación y personajes (extras) que darán vida a la historia, los actores principales rodarán en nuestra ciudad y una parte menor en estudios de la ciudad de Buenos Aires.
“Estábamos buscando historias para un unitario que se emitirá por Telefé y nos encontramos con la historia de esta maestra rural que no deja de sorprenderme, porque desde que llegamos y comenzamos a escuchar las historias de sus alumnos y amigos no tenemos duda que será un capítulo fuerte”, asegura Casabianca a nuestro medio.
Con respecto al guion, el scouting confirmó que dos actores serán de nuestra localidad y que tendrán una participación central porque son los que relatan la historia.
“Vimos dos personas de Alem que ya habían hecho TV y nos parece que los perfiles son los que buscamos, ya fueron confirmados y me imagino que será una alegría para la ciudad, yo soy del interior también y recuerdo que cuando veía cosas de mi ciudad (Rafaela), era muy emocionante”, recuerda.
De Alem a actores para la TV nacional:
Los dos elegidos por la producción de la TV porteña son dos personas reconocidas en nuestra localidad y fueron elegidos por sus rasgos y orígenes alemanes, como los primeros pobladores de nuestra localidad. Casualmente, se trata de madre e hijo.
Es así, que Daniel Sheske, dejará por algunos días su actividad en Imprenta Rivadavia, para sumar una nueva experiencia en su papel actoral junto a su madre, Adela Gohring. Ambos ya habían participado en la filmación de una serie internacional para History Channel.
Angélica Schnarbach, una vida de película:
Angélica Schnarbach Nació en Colonia Santa María, Misiones, el 14 de enero de 1894, penúltima de doce hermanos, sus padres eran inmigrantes alemanes venidos desde el Brasil.
En 1912 obtuvo el título de “MAESTRA NORMAL RURAL” y se inició en la Escuela Nro. 56 de El Paraíso. En una de sus tantas incansables tareas extracurriculares, traza jardines, enseña y fabrica con los niños, almidón, jabón, velas, aceite de tártago. En la Picada Sueca crea y organiza la Escuela Nº 97.
En el año 1921, tiempos difíciles de muchos sacrificios para ejercer la docencia, cuando el maestro era el señor del lugar, era reconocida su autoridad, dando el ejemplo de vida y su contracción al trabajo. La llegada de la Srta. Schnarbach a la Escuela 97 de Picada Sueca, tuvo la cordial acogida e inmediatamente puso de manifiesto su temple de maestra consagrada al trabajo con la ayuda de los padres y vecinos, logrando desmontar algo más de una hectárea, donde plantó un galpón que le sirvió de aula para comenzar su noble misión educativa.
Sus alumnos tenían edades dispares, eran 63, también diversas lenguas ya que hablaban idiomas distintos como ruso, alemán, polaco y portugués; pero allí estaba Angélica dispuesta a levantar la bandera de la civilización y todos los problemas que tuvo los superó con fe y gracias a su férrea voluntad.
Fue una mujer que no se quedaba con lo que tenía, siempre buscaba algo más gracias a su espíritu inquieto y talentoso. En 1936 su escuela fue elevada a la categoría de Escuela Superior, de ahí en adelante muchos y excelentes fueron los frutos logrados a través de la proficua y multifacética labor, como comisiones de exalumnos, niños guarda-caminos, niños guarda fauna, huertas escolares, enseñanza de cocina y repostería, corte y confección, cría del gusano de seda, enseñanza de pintura, escultura y artesanías con elementos de la zona. Organizó el gabinete de física, química y Museo Regional. En 1941 con gran emoción y alegría ve regresar a dos exalumnos con el título de maestros normales: María Petroff y Luisa Babenco.
Fiesta de la Yerba Mate, nacida en Picada Sueca:
Schnarbach, inició en Picada Sueca la Fiesta de la Yerba Mate, que actualmente se desarrolla en Apóstoles. Los que pudieron ser testigos de su obra, recuerdan que en el año 1944, cuando se iba a realizar ya la tercera edición, convencieron a Angélica que se traslade solamente por ese año a la ciudad de Posadas, debido a la anunciada visita a la Capital Provincial del presidente de la Nación Edelmiro Farrell. El Gobernador por aquel entonces del Territorio Nacional de Misiones, Eduardo Otaño, habiendo escuchado de la fiesta, la incluye dentro del Programa “Quincena del Turismo” en forma conjunta con el “Primer Congreso Nacional del Tabaco” y la “Segunda Muestra del Trabajo Regional”. Decepcionada por cómo habían anunciado la festividad por la que había luchado sin que nombren sus orígenes, el 5 de octubre de 1944, durante la presentación en el Parque Paraguayo, donde hoy se ubica la Cámara de Representantes de la provincia, Schnarbach decidió retirarse sin formar parte de los festejos finales.
Además del olvido político y social casi generalizado, Angélica tuvo un trágico final, para transformar, aún más, en apasionante esta historia: “Ya jubilada, todos los años Angélica igual regresaba a su querida Picada Sueca y llevaba regalos, dulces y obsequios para los alumnos de la Escuela 97. Al regresar de esa entrega, en vísperas de navidad, el 24 de diciembre de 1953, por el mismo camino que había ayudado a construir y mantener una y mil veces, fue interceptada por un grupo de hombres que, en aparente estado de ebriedad, la asaltan, la violan y finalmente matándola a puñaladas, elevándose a mártir de la historia de la región.
Angélica Schnarbach dejó jirones de su vida en la Picada Sueca, su siembra fue fecunda y sus frutos duraderos. Pero con gran tristeza recordamos que al final de la vida de quien tanto bien derramó fue asesinada por cuatro cobardes que se escondieron en las sombras de la noche para perpetrar tan horrendo crimen. Lo curioso de este hecho, es que después de muerta fue arrojada en el mismo arroyo donde todos los años ella y sus alumnos dejaban flores en homenaje a los muertos por la patria.
Aquel fatídico día, fue un colono local que al pasar con su caballo notó que los perros de la zona estaban alterados, por lo que decidió acercarse al arroyo y ver que pasaba, encontrándose con el cuerpo en parte desgarrado por las mordidas de los animales y el fétido olor que despedía. Según el relato del lugareño a las autoridades, su rostro era irreconocible y el cadáver desnudo tenía signos de haber sido arrastrado desgarrando su piel.
Su trágica muerte, fue muy lamentada en Picada Sueca, ya que Angélica era muy querida en toda la zona por grandes y chicos. Sus restos fueron enterrados en Apóstoles y, de ahí en más, Angélica Schnarbach había quedado en el olvido.