Aprietes, drogas y regenteadores que manejan un negocio que mueve millones semanales. Alem.News logró testimonios exclusivos del manejo.
Pese a la gravedad de las denuncias, el caso de Carmen, la trabajadora sexual de Guaraní que se hizo viral llamó la atención de otras trabajadoras de la ruta 14, que quisieron aportar datos en forma anónima por temor a represalias.
“Yo vivo en San Vicente, pero me traen a trabajar tres veces por semana, me hablaron un día en una fiesta y como necesitaba plata vine, pero ahora, no me animo a dejar”, aseguró Rosalía M a Alem.News y dejando en manifiesto el temor que tiene a sus regenteadores.
“La verdad me arrepiento, pero si no vengo una semana amenazan con hacerle cosas a mi hija de 3 años, ellos manejan todo, desde lo que se vende en drogas hasta los peajes que se le paga a la policía, yo mismo vi que ellos le dan plata a la policía”, afirma.
¿Venta de drogas encubierta?
Según las testigos, el negocio de la prostitución es menor a los que deja diariamente la venta de drogas a clientes que transitan la Ruta 14.
“No les importa mucho lo que dejamos por cliente, o por la seguridad que supuestamente nos dan, pero si, nos controlan mucho cuando nos dan drogas para entregar a clientes que simulan parar el vehículo para preguntar por sexo, nosotras entregamos, pero no preguntamos que droga es”, agrega.
Por otro lado, otra de las testigos apuntó contra personas vinculadas directamente al poder judicial o con contactos dentro de los juzgados para que las amedrenten en caso de querer “dejar el negocio”.
“Yo soy de Dos de Mayo, un día no vine por dos semanas, ya no quería seguir porque mi familia sospechaba de lo que hacía, no contesté más el teléfono y dos días después me voy a comprar a un negocio cerca de mi casa, me para la policía y me acusa de haber robado como mechera en un negocio que yo nunca fui, así se manejan, ellos mandan todo”, explicó.
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