El caso del robo de la jubilación de Don Francisco Fernández (69) se volvió viral y la solidaridad pudo más.
Como cada mes, Francisco había llegado este viernes por la mañana al Banco dispuesto a cobrar su sueldo. Las últimas monedas que le quedaban, eran las del cambio del pasaje del urbano, pero no estaba preocupado, porque sabía que estaría depositada su jubilación.
Al llegar al cajero, Francisco descubre que no tenía fondos en su cuenta, por lo que decide pedir ayuda en el interior de la entidad, pero al sacar el resumen (extracto bancario), uno de los asistentes descubre que la totalidad del sueldo de Don Fernández ya había sido extraído en varios montos y con su tarjeta el día anterior.
Consternado y rompiendo en llanto, el septuagenario es asistido primeramente por la guardia dispuesta en la entrada del banco y luego trasladado para efectuar la denuncia correspondiente a la comisaría primer de nuestra localidad.
Fue el mismo comisario de la primera, Mario Silva, que se ocupó en persona junto a todos los agentes, en atender y velar primeramente por la salud emocional y física de Francisco, demostrando una vez más que el uniforme es sinónimo de servicio en nuestra localidad. Casi de inmediato, la nota hecha en las puertas de la comisaría de Alem.News, hizo que la historia se volviera viral, sumando en menos de dos horas unas 20.000 reproducciones en Facebook y siendo compartida por cientos de usuarios solidarios que se hicieron eco y comenzaron a colaborar.
Es aquí, que debemos destacar la labor para juntar y gestionar cada una de las donaciones a Sol Moreira, una oficial de policía que se ha caracterizado en muchas oportunidades por acciones similares y que no podíamos dejar de nombrar, pese a que prefiriera el anonimato.
Luego de salir en nuestro medio, Francisco además se quedó sin un techo donde pasar la noche, ya que uno de los principales sospechosos de haberse quedado con la jubilación era la misma persona que le alquilaba De inmediato, otra vecina solidaria se sumó y abrió las puertas de su vivienda al abuelo. Se trata de la familia conformada por Claudia y Orlando Silva, que humildemente abrieron su hogar en el único espacio que le quedaba al fondo de su domicilio ubicado en el Barrio Justo Sartori, en un sector que utilizaban como lavadero.
Pero los gestos solidarios no se detuvieron, ya que desde la municipalidad y gracias a un llamado al Intendente Waldemar Wolenberg y por gestión del Secretario de Gobierno, Luncho Comby, una camioneta y personal dispuesto se acercaron a hacer este sábado la mudanza a Francisco, sin tener en cuenta día y horario, pero, además, con el compromiso de arreglar en cierta forma el lugar que habita en la actualidad.