Ante el fallecimiento de la joven madre de 20 años en un incendio esta tarde en el Barrio San Martín, los gestos solidarios afloraron nuevamente, pero también los típicos aprovechadores que manchan las buenas intenciones y obras.
Cientos de mensajes vía whatsapp, Facebook e Instagram con pedidos de pañales, leche y ropas para el niño Santiago rápidamente se hicieron virales, aunque los partes médicos no eran oficiales, muchos quisieron colaborar, pero también surgieron aquellos que quisieron aprovechar el momento para juntar para su propio bolsillo.
“Había visto pedidos en grupos de whatsapp y cuando llamé pregunté que podía llevar, si pañales o algo y me responde la señora que si quería podía colaborar con 100 o 200 pesos para comprarle las cosas que le faltan el niño que quedó sin nada y estaba en la casa de su tía, pero después vi que en Alem.News decía que había sido derivado a Posadas de urgencia con su padre y ahí me di cuenta que solo querían plata”, asegura una lectora de nuestro medio que nos enviaba las capturas de pantalla.
Antes las sospechas, muchos decidieron esperar como es correcto a que en el pasar de las horas, algún familiar directo de la familia sea el encargado de solicitar lo que realmente se necesite.
“Mientras el río crece, la solidaridad se hunde”
Nada hace pensar que lo más bajo del ser humano lo haga recurrir a estos artilugios, pero lamentablemente, también en nuestra ciudad debemos recurrir a entidades reconocidas por su labor diaria ante este tipo de emergencias, ya sea Bomberos, Policía o personas de bien que dedican su vida a los más necesitados como Noe Barrios en cercanías a la Escuela Normal, que demuestra con grandeza que su trabajo vale la pena. Como notamos a diario, “oportunistas” y “aprovechadores”, no son temas que veamos solamente en la TV porteña. A tener cuidado, incluso siendo solidarios.