Fue Reina Nacional de los Estudiantes ante la primera trasmisión en vivo de la TV Nacional de este tipo, participó en eventos y desfiló ante grandes figuras, pero un misterioso coma la hizo dejar todo y dedicar su vida a Dios.
Mirta Gisella Smith tenía tan solo 17 años cuando su vida cambiaría para siempre y en pocos meses, se transformaría en una figura reconocida que pudo incluso, hasta haber filmado juntos dos grandes del cine nacional como Alberto Olmedo y Jorge Porcel.
Luego de haber sido electa Reina Nacional de los estudiantes ante mas de 40.000 personas en Jujuy en el año 1977, fue el mismo Enrique Cahen Salaberry, que terminaba de filmar “Las turistas quieren guerra” junto a los capocómicos más trascendentes de la escena nacional, quien la tentó para ser parte de la cartelera marplatense y de su nuevo film.
Su cara era tapa de los principales diarios y su carrera parecía no tener techo, hasta que una tarde comenzó a sentirse mal y cayó en un coma profundo e inexplicable hasta el día de hoy.
“Me habían invitado a participar de la Fiesta de la Cerveza y me estaba preparando cuando me comencé a sentir mal y de ahí no me acuerdo más nada”, comenta Guisi a Alem.News.
Los médicos no salían de su asombro, las respuestas no eran favorables y se decía que pudo haber sido causado por algún trastorno, un fármaco o una lesión que afectaba las zonas extensas en ambos lados del cerebro.
En tal sentido, Smith recordó que “estuve más de dos meses así, más la recuperación y creo que fue la oración de todos lo que me salvó”, expresó.
Lo cierto, es que Guisi estuvo en coma más de cuatro meses sumida en un coma total y su recuperación fue paulatina y de más de un año de recuperación.
Según sus allegados de la época, durante los primeros días no emitía palabra alguna y le costaba recordar algunos detalles.
Al haber atravesado por tal traumática situación, Smith quiso dar un punto final a lo que sería su carrera como modelo y en la que la esperaban firmas internacionales como Coca Cola para ser la imagen de la misma.
Matrimonio y su amor por Dios
Hoy, lo que había sido un misterio durante años, se transformó en una palabra de aliento a las nuevas generaciones de obsesivos por las “selfies” para compensar la falta de autoestima.
“Con mi marido tenemos un solo teléfono para los dos, porque en nuestro matrimonio no hay secretos y todas las noches dormimos abrazados, como hace más de 35 años”, reconoce Smith.
La felicidad para la ex reina de belleza, no radica en fotos o tapas de revistas o carteleras, ya que todo se simplifica a una vida en familia y que no cambiaría por nada.
“La felicidad no era esa, el amor de Dios lo era todo y solamente con el amor de Dios podemos ser felices y dando lo mejor de nosotros, dando una palabra de aliento”, subrayó.
Comentar con Facebook
