Los organizadores del evento prometían una “Súper Fiesta” nunca vista en la localidad, pero todo quedó en la nada.
Los primeros días de octubre, comenzó por medio de Instagram a promocionarse la fiesta denominada “TBB The Big Bell”, en la cual sus organizadores prometían algo nunca visto en la localidad, sin embargo, la forma en la que se la promocionaba y la falta de detalles sobre los organizadores generó más sospechas que seguidores.
Luego de la suspensión ayer por la tarde, comenzaron los cruces entre los responsables de la fiesta apuntando directamente contra un “oficial F” y hacia el Centro Cultural Germano Argentino, a los cuales aseguraron en audios que se viralizaron, “hicieron todo lo posible para que no salga”.
Lo cierto, es que hasta el día de ayer y pese a la paciencia de los directivos del Club Alemán, al mediodía de este viernes los requisitos para el evento no estaban cumplimentados, incluso la seguridad del evento se pagó minutos antes, algo atípico para cualquier organizador. Por otro lado, se supo que el sonido no estaba asegurado, por lo que el día previo se buscaba con desesperación quien pudiera hacerlo, así como el terminar de pagar el alquiler de las instalaciones de la cual se había dejado únicamente una seña.
Según los propios organizadores, lo que se buscaba es generar “trabajo” y un evento nunca visto, pero en el ADN de cualquiera que sepa del tema, las organizaciones no solamente se hacen con buenas intenciones, se hacen con dinero.
La culpa es del otro:
Pese a lo planteado, los responsables en ningún momento asumieron –SU responsabilidad– , adjudicando que alguien con cierto poder les puso trabas para que el evento no salga, pero la buena voluntad incluso de la comisión del Club Alemán fue tal, que esperaron incluso hasta último momento los papeles para entregar la llave.
Los organizadores:
Según lo que pudo conocer Alem.News, el organizador de TBB es de origen santafesino y vivió durante mucho tiempo en la provincia de Córdoba, estableciéndose en pareja con una docente oriunda de nuestra localidad que trabaja en El Soberbio, por lo que mantenía visitas y residencia provisoria muchas veces la casa de la madre de su pareja en el Barrio Juan Pablo II, pese a que siempre trató de evitar estos datos cuando se les consultaba.
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