En pleno desalojo, la mujer de nacionalidad extranjera pidió para salir, una manzana completa sobre Av. Vélez Sarfield para así montar una panadería y tener un “noviocito”.
Daniel Schüpul de 60 años de edad y que lucha contra una grave enfermedad terminal, pensaba que la pesadilla que había vivido los últimos años con la presunta usurpación de su vivienda había llegado a su fin el día de hoy, pero en ribetes tragicómicos, el juzgado de familia y Violencia familiar N° 1 de nuestra localidad cambió la medida a último momento.
Según lo dispuesto previamente y con instrucciones de desalojar la vivienda ubicada sobre Av. Vélez Sarsfield al 700, una comitiva policial notificó a la ocupante pasadas las 10 de la mañana de este viernes por una causa de violencia familiar, en el que Schüpul esperaba poder ocupar nuevamente la propiedad que es herencia familiar.
Según lo expuesto por el denunciante, la mujer, de nacionalidad paraguaya y a la que había tenido la confianza de llevar a su domicilio familiar hace 10 años, lo golpeaba en forma constante y comenzó a llevar hombres a vivir al lugar, por lo que tuvo que abandonar su vivienda “por miedo a que lo maten”, aseguró.
Vecinos denunciaban personas sospechosas:
Ya vecinos de la zona, reclamaban a las autoridades hace un largo tiempo que se pueda identificar y establecer la procedencia, nacionalidad y antecedentes de muchos que pasaban por el lugar que finalmente no fue desalojado, debido a que convivían, generalmente extranjeros sin autorización del propietario, cobrando una especie de alquiler y que mantenía en vilo a comerciantes.
“Era un constante de gente de otros países, especialmente colombianos que llegaban y uno tiene miedo, porque no conoce quienes son y que vienen a hacer, pero aún peor porque sabíamos que Schüpul nunca hubiese permitido eso”, relataron vecinos del lugar a Alem.News.
Novela Colombiana
En pleno operativo, la mujer acusada hoy de usurpar y de accionar ilegalmente para quedarse con las propiedades del denunciante salió a hablar con nuestro medio y aseguró que para salir del lugar tienen que darle “una manzana” sobre la Avenida principal para que pueda montar una panadería y poder tener un “noviocito”.
Pero como si esto fuera poco, la mujer era guiada o alentada a “no hablar” por parte de una persona que, pese a que en la exposición aseguraba no vivir con la denunciada, terminó afirmando que “convivía” con la misma.
Lo irrisorio del despliegue policial, es la medida poco seria tomada pocos minutos después por parte del juzgado interviniente, que dio lugar a los pedidos de la mujer que solicitó seguir en la casa por “no tener a donde ir”, pero dejando en la calle a una persona mayor que lucha contra una enfermedad terminal…
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