Alumnos, exalumnos y docentes realizarán este martes un abrazo simbólico para lograr que la escuelita centenaria mantenga su categoría.
Fue en el año 1921 que, dando el ejemplo de vida, Angélica Schnarbach llega a Picada Sueca, levantandojunto a padres y alumnos la primera Escuela 97. Tuvo una cordial acogida e inmediatamente puso de manifiesto su temple de maestra consagrada al trabajo con la ayuda de todos, logrando desmontar algo más de una hectárea, donde plantó un galpón que le sirvió de aula para comenzar su noble misión educativa. Hoy, esos días parecen lejanos y la historia pareciera no importar, ya que, desde el primero de julio, será convertida en “Aula Satélite”.
Este martes, desde las 9, la convocatoria buscará conseguir apoyo al reclamo de mantener la categoría de la Escuela, tal como existió desde sus inicios. “Es una escuela histórica, no podemos bajar los brazos porque así lo hubiese querido la misma Angélica Schnarbarch, que dejó su vida por este lugar, no queremos dejarlo en el olvido”, resumió uno de los padres que forma parte de la cooperadora de la escuelita.
En 1936, la Escuela 97 fue elevada a la categoría de Escuela Superior, de ahí en adelante muchos y excelentes fueron los frutos logrados a través de la proficua y multifacética labor de Angélica Schnarbach, logrando formar comisiones de exalumnos, niños guarda-caminos, niños guarda fauna, huertas escolares, enseñanza de cocina y repostería, corte y confección, cría del gusano de seda, enseñanza de pintura, escultura y artesanías con elementos de la zona. Organizó el gabinete de física, química y Museo Regional. En 1941 vio con gran emoción y alegría ve regresar a dos exalumnos con el título de maestros normales: María Petroff y Luisa Babenco. ¿Se podrá olvidar su historia de lucha?.