Sí, sin dudas un aliado para combatir las enfermedades invernales. En esta nota te lo contamos!
Los cítricos como las naranjas y las mandarinas son las frutas de invierno por excelencia. De la misma familia son los pomelos, los limones y las limas, si bien el consumo de estos últimos queda relegado a recetas concretas o momentos determinados.
Los cítricos son una fuente destacable de flavonoides (naringenina, hesperidina o limoneno), vitamina C y folatos, nutrientes que en conjunto preservan la salud cardiovascular a través de distintos mecanismos biológicos de acción. Además, de manera indirecta, el consumo de un cítrico al día acelera la recuperación en caso de anemia ferropénica.
Los cítricos, además de ser una fuente inagotable de vitamina C, son unos extraordinarios antioxidantes. Ayudan a Reforzar nuestro sistema inmunitario convirtiendose en importantes aliados en la dieta diaria, sobre todo en invierno.
La naturaleza pone a nuestro alcance las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para estar sanos en cada época del año. En otoño e invierno los cítricos –naranjas, mandarinas, limones, pomelos y lima– son las frutas más demandadas, ya que contienen las dosis de vitamina C –o ácido ascórbico– que nuestro organismo necesita para evitar y combatir los resfriados e infecciones. Un buen vaso de pomelo o naranja cada mañana nos ayudará a defendernos contra los catarros tan típicos de estas fechas y evitará que nuestras heridas se infecten.
Además de vitamina C, los cítricos tienen poder antioxidante, que retrasa el envejecimiento celular
Aunque los cítricos no son las frutas que aportan más cantidad de vitamina C –superados por el kiwi y el fresón– resultan ser un alimento muy interesante por su poder antioxidante, capaz de retrasar el envejecimiento celular y prevenir un buen número de enfermedades del aparato respiratorio. Asimismo, inciden positivamente en el metabolismo del colesterol y previenen muchas enfermedades de la piel. Otro de los beneficios del consumo de cítricos es su cantidad de fibra, excelente para la actividad intestinal y favorecedora de la digestión