El fin de semana el avance de la investigación por el intento de atentado a Cristina Fernández de Kirchner, estuvo colmado de “novedades”
En principio, la investigación tuvo un giro importante, a raíz de que el teléfono celular del acusado, Fernando André Sabag Montiel, fue “reseteado de fábrica”, cosa que descubrieron tras varios intentos frustrados de desbloquearlo. Los peritos, aún intentan descifrar si eso fue consecuencia de un sistema remoto que se accionó en el teléfono o bien, es producto de “una torpeza” de alguien que lo manipuló.
Por otro lado, también va tomando fuerza la teoría de que Sabag actuó en equipo, ya que detuvieron a la pareja de Sabag, Brenda Uliarte. La mujer de 22 años fue capturada en la estación Palermo del tren San Martín, luego de medidas investigativas que incluyeron la intercepción judicial de sus comunicaciones telefónicas y que se determinara que estuvo presente en el lugar de los hechos con su pareja.
Según fuentes de la investigación, la joven habría estado con Sabag momentos previos al intento de gatillar contra CFK. La jueza a cargo ordenó el secreto de sumario antes de la captura, bajo la certeza de que Sabag no actuó solo.
Por otra parte, la jueza María Eugenia Capuchetti solicitó a Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nación -quien además hasta el momento estuvo totalmente ajeno al caso-, informes sobre el protocolo de seguridad para garantizar la seguridad de funcionarios.
Esto denota que la actuación de los custodios quedó bajo la lupa desde el primer momento y se busca saber si los custodios actuaron como deberían al momento en que Sabag apuntó a CFK.
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