Andrea Mariela Acosta (42) y Roberto Oscar Enke (39), se hacían pasar por responsables de la AFIP y de la misma Aduana, cobrando importantes sumas de dinero.
La estafa y los damnificados se siguen sumando a diario en la causa que dejó un tendal de personas damnificadas, que incluso hasta llegaron a vender vehículos y bienes personales para abonar las irrisorias sumas de dinero por adquirir un supuesto vehículo que los estafadores prometían, así como jugosos sueldos a cobrar en forma mensual y de por vida por el solo hecho de hacer el trámite.
Alem.News logró hablar con algunas de las víctimas de las estafas, amigos y familiares de la pareja que pese al tratar de ocultar su identidad e impedir que les tomen fotos, se pudo conseguir la primera imagen que hoy se hace pública por este medio.
Buona Vita:
Lejos del best seller o de la película italiana de 1960 escrita y dirigida por Federico Fellini, la hasta hace algunos días, “feliz pareja” conformada por Andrea Mariela Acosta o “Noe” como se hacía llamar entre sus amigos y Roberto Oscar Enke, oriundo de la la localidad de Oberá, se podía decir que realmente disfrutaban de la “Buona Vita”, ya que, sin tener ingresos fijos, aprovechaban su supuesta vinculación directa con la AFIP y la Aduana para beneficio propio.
“Cuando iban a Oberá venían con mucho dinero de sus reuniones, que siempre iban a un Cyber frente a la plaza donde está la Iglesia San Antonio, ahí imprimían todo y como la pareja era de Oberá, juntaban gente allá que son muchos, pero como no tenían fotos nadie sabe si realmente eran ellos o no”, comenta una de las conocidas de la pareja que hoy enfrenta importantes cargos en la justicia.
Por otro lado, una de las damnificadas relató el ardid que utilizaba Acosta para lograr la confianza de sus víctimas, indicando que “te mostraba las fotos de los viajes a distintos lugares o los restaurantes de primer nivel que comían, cosas que se compraban, nunca te vas a imaginar así que le importe o no la plata que le dabas por el trámite”, comentó y agregó que; “a mi me sacó plata, no te voy a decir que no, pero no quería hacer la denuncia porque me daba mucha pena su hijita y cuando le pedía que me devuelva siempre salía con ella para que me salude primero así yo no la insultaba al llegar, yo solo quería mi plata”, lamenta.
Viajes y jugosas propinas:
Acosta en especial tenía una particularidad, le gustaba “ostentar”, por lo que en reiteradas oportunidades solía visitar distintos comercios en los cuales al costo promedio le dejaba importantes propinas a las empleadas por la atención, lo mismo ocurría cuando decidía pagar alguna cena para sus amigas, ocasión en la que llegó a dejar hasta dos mil pesos de propina a un mozo con la frase “comprale algo lindo a tu novia para el fin de semana”.
La justicia espera por estas horas que se sigan sumando denuncias a la causa, en la que los perpetradores y algunos cómplices que serían de la ciudad de Buenos Aires se habrían alzado en los últimos dos meses con más de medio millón de pesos hasta el momento.
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