Por: Alejandra Haukalluk. Vivimos en una ciudad limpia, ordenada y tranquila, ciudad en la que la gente se saluda, el coronavirus no transita por estos pagos y los actos delictivos no tienen lugar.
Ciudad tan hipócrita como el párrafo anterior, Leandro N. Alem es una localidad en la que se tapan los delitos con una mano para seguir repitiéndolos con la otra.
Hace poco tiempo supimos el caso de un funcionario público, más precisamente de un inspector de tránsito, Cesar Amaral, quien ofrece sexo a una mujer a cambio de devolverle su moto sin cobrar la multa correspondiente, este caso que ha llegado a manos de la justicia, hoy tuvo su resultado final y la condena para este acosador, que ha hecho vivir la situación tal vez más indignante de su vida, a una mujer que ha decidido pagar la multa y denunciar el acoso ante la justicia, es de 15 días de prisión o una fianza de $1.800.
¿A alguien le parece que eso sea justo? 15 días se convierten en 10, y a su vez pueden convertirse en 0, pagando ese dinero que sin dudas a un funcionario público le sobra, o al menos lo tiene disponible.
En cambio, esta experiencia desagradable, denigrante y reductora de derechos, acompaña a la mujer durante toda su vida, teniendo que ver en las calles la cara de quien dice trabajar y usa su posición para acosar a mujeres cuando desea, volviendo a revivir ese momento en cada oportunidad debido a que este funcionario tiene la dicha de seguir ejerciendo su puesto de trabajo sin haber sentido repercusiones en él.
Desde Alem News hemos conversado con la víctima del acosador en cuestión, quien nos cuenta que “Me siento indignada con los resultados de la denuncia, ellos pueden hacer lo que quieren y acosar las veces que desean, porque saben que son apoyados y no tienen grandes consecuencias. La multa que pagué para retirar la motocicleta vale más del doble de su fianza y eso me parece una total falta de respeto hacia mí y hacia todas las mujeres”.
Por otro lado, también expresa “igualmente me quedo con lo positivo de haber hecho la denuncia, creo que sirve para que otras chicas se animen a denunciar si les llegara a pasar algo así, y también para que esta persona piense mejor antes de realizar propuestas de este tipo”.
En cuanto a las emociones que provocan este tipo de hechos sabemos que son miles, y ninguna positiva, la víctima nos cuenta lo que sintió en ese momento “no podía creer lo que estaba escuchando, no podía reaccionar y al salir del lugar me sentí mal por no haberme defendido; luego tuve mucho miedo de denunciar y fue gracias a una amiga que me convenció de la importancia de denunciar estos casos. Hoy me siento indignada con los resultados, pero tranquila de haber hecho lo correcto”.
Este caso y tantos otros que sabemos que se están encubriendo por parte de las autoridades alemnsenses, como, por ejemplo, el reciente abuso sexual por parte de un hombre mayor de edad hacia una niña de 12 años, son los que dan cuenta de la realidad de nuestra ciudad, la que encubre casos de abusos, de acosos, de violación, por el simple hecho de pertenecer a un circulo de hombres y mujeres intocables, inimputables; hombres y mujeres que no piensan en las consecuencias causadas a las víctimas, sino que piensan solamente en su propia “reputación” y la de su familia, que no piensan ni trabajan para que estos hechos aberrantes no sucedan, sino que enfocan toda su energía en ocultar los abusos que tanto daño causan.
Resaltamos y aplaudimos la valentía de esta mujer que se ha animado a hacer la denuncia correspondiente, pensando en ella y en todas aquellas a las que puede salvar de un acoso.
Comentar con Facebook
